Cuando sabes lo que quieres decir, pero aún no cómo decirlo.
¿Te ha pasado que sabes exactamente qué problema quieres resolver dentro de tu organización, pero no encuentras la forma correcta de comunicarlo?
En Pitaka lo hemos visto muchas veces: equipos que conocen su cultura, detectan los retos y tienen claridad sobre el cambio que quieren lograr… pero cuando llega el momento de estructurar el mensaje, el proceso se traba.
Solemos creer que por conocer a fondo nuestra empresa, será fácil construir narrativas potentes. Pero lo cierto es que comunicar de forma clara, inspiradora y alineada con la cultura organizacional requiere intención y estructura.
Por eso en este artículo te compartimos ideas prácticas que te ayudarán a crear mensajes clave que realmente conecten con tu audiencia interna y te ahorren tiempo en futuros procesos creativos.
¿Qué es un mensaje clave?
Es mucho más que una frase bonita o un slogan temporal.
Un mensaje clave es ese “grito de batalla” que queremos que nuestro equipo comprenda, recuerde y, sobre todo, viva como parte de la cultura organizacional.
Para que funcione, debe cumplir con al menos una de estas cuatro funciones:
- Informar: ¿Qué queremos que se entienda?
- Convencer: ¿Qué queremos que se acepte?
- Inspirar: ¿Qué queremos que motive?
- Movilizar: ¿Qué queremos que active una acción?
Cuando un mensaje logra alguno de estos propósitos (o varios a la vez), puede trascender y convertirse en un hilo conductor que transforma la forma de pensar y actuar dentro de la organización.
Errores comunes al construir mensajes internos
Crear un mensaje claro puede parecer simple, pero hay algunos errores frecuentes que limitan su efectividad:
- Dar por hecho que el público lo entiende igual que quien lo creó.
- Redactar sin tener clara la estrategia de cultura organizacional.
- Apostar por frases genéricas que no conectan con nadie.
- Desconectar el mensaje de la identidad de marca o del tono real de la empresa.
¿Por dónde empezar?
Cuando enfrentes el reto de crear un mensaje clave, empieza así:

Nuestra fórmula (no es mágica… pero sí funciona)
Cuando construir un mensaje clave se sienta como un reto, vuelve a esta estructura simple. Es un punto de partida para que tus ideas se enfoquen y tu mensaje conecte:
